En efecto, la protección sentimental que tenemos como padres hacia nuestros hijos desde su niñez, sí influye de manera considerable; desde lo que les permitimos hasta la manera en cómo los preparamos para su adultez.

Si todo el tiempo estamos protegiendo a los hijos de que se vayan a caer, no aprenderán a cómo hacerlo cuando estén solos y parte de lo que funciona al momento que intentemos superar cualquier problema emocional, es precisamente todas las maneras que hemos desarrollado para saber cómo minimizar los costos de la situación y la manera en cómo la enfrentamos.

Para tener una mejor visión en el tema, consultamos a Dina Semsch, psicóloga, quien nos responde a detalle algunos puntos claves.

¿LOS HIJOS SOBREPROTEGIDOS SON SIEMPRE APEGADOS A SUS PADRES Y LOS QUE NO, SON SIEMPRE FRÍOS?

La especialista en psicología detalla que la sobreprotección no siempre implica el mismo resultado.

Cuando tenemos los métodos de crianza, también tenemos como base, otros factores como el temperamento y el carácter que ya vienen un tanto definidos de manera genética. Por ejemplo, en el caso de dos hermanos que han sido educados bajo las mismas normas y la misma sobreprotección no siempre actuarán de manera similar en la etapa adulta: uno puede seguir queriendo estar cerca de sus padres y el otro buscar desesperadamente su libertad e independencia.

Aunque no hay un solo resultado de sobreprotección porque dependerá de las características de los hijos, siempre como padres, podremos marcar patrones.

Por otro lado están lo que no reciben demasiada atención o cariño, y de acuerdo a lo que comparte Dina, en la mayoría de los casos sí se puede notar una línea de frialdad o dureza con ellos mismos y notar que luchan con problemas de autoestima ya que se van formando por sus padres, que son sus primeros mentores, sin que se les tome en cuenta o se les aplauda por sus logros.

¿QUÉ CONSECUENCIAS EXPERIMENTAN LOS HIJOS CUANDO RECIBEN UNA PROTECCIÓN SENTIMENTAL EXTREMA?

No tienen tolerancia y la frustración que, de alguna manera no desarrollan, la retienen.

Se vienen abajo muy fácilmente cuando enfrentan una situación en su contra y ni siquiera intentar resolverla.

Se plantean metas o expectativas irreales, lo que genera que se sientan totalmente insatisfechos en la mayor parte del tiempo.

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¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LOGRAR EL EQUILIBRIO ENTRE CARIÑO Y EL ESTABLECIMIENTO DE LÍMITES?

A veces creemos que el amor que sentimos sobre todo con los hijos, implica no establecer límites cuando es exactamente lo opuesto.

Realmente es necesario que sintamos mucho amor por un hijo y que tengamos muy claro lo que necesita para pasar de la parte cómoda de ser papas y de no meternos en sus problemas, de aguantarles los berrinches o de que nos convenzan con un llanto a fijar límites que los proyecten como adultos funcionales y les permitan tener disciplina, desarrollar metas adecuadas y poder aplaudirse por éxitos que logren; configurar toda la estructura que implica ser un adulto independiente.

LOS LÍMITES NO BOTAN O HACEN QUE EL CARIÑO DESAPAREZCA.

Fuente:
Dina Semsch

Psicóloga

@Dinasemschpsicologa

dsemsch@gmail.com