Un aneurisma cerebral: una pequeña bola de sangre se está formando poco a poco en una de las arterias de su cerebro sin que usted tenga la más mínima idea de lo que está sucediendo, hasta que repentinamente estalla, entonces la sangre comienza a regarse, usted se desmaya y puede morir dentro de unos minutos.
Pero usted es trasladado a un centro en el que lo atiende un especialista y rápidamente a través de un catéter que se introduce en la arteria femoral (ubicada en la pierna) avanza mediante una guía hasta llegar al cerebro, engrapa el aneurisma, detiene el sangrado y salva su vida. Todo esto sin tener que abrir el cerebro.
¿Suena a ficción no?
Pero no tiene ni una pizca de cuento, lo anterior describe una rotura de aneurisma, el procedimiento realizado se llama embolización endovascular y el mágico especialista se llama Ítalo Linfante.
Reconocido como una de las mentes más brillantes en el campo de la neurocirugía, el Dr. Ítalo Linfante ha realizado más de diez mil cirugías endovasculares, de estas, más de mil han sido para sellar aneurismas.
Factores de Riesgo
Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS por sus siglas en inglés), la historia genética es el principal factor, sin embargo, también la define como una enfermedad congénita, es decir que se desarrolla desde la infancia, cuando una de las paredes de las arterias no se desarrolla con normalidad.
La sangre deja de fluir normalmente y se empieza a acumular poco a poco, “formando pequeñas bolitas” explica Linfante, estas bolitas mientras no crezcan, el peligro es mínimo.
Pueden pasar años formándose en cualquier parte del cuerpo y sin presentar síntomas. Un 70 % de los aneurismas se encuentran –afortunadamente– mientras el paciente se realiza chequeos para otras causas, señala el especialista. El otro 30 % es detectado hasta cuando la bolita ya está rota.
Pero hay factores que no podemos dejar de lado, un fuerte dolor de cabeza puede ser una señal de advertencia, “las personas que experimentan un dolor tan agudo como nunca antes habían sentido, pueden estar propensas a uno de ellos”, según Linfante.
Existen otros factores asociados como la hipertensión, el colesterol alto, traumas o lesiones craneanas, tumores, pero también hay hábitos peligrosos como fumar cigarrillos, uso de drogas y algunos anticonceptivos orales que aumentan el riesgo.
El riesgo de sufrir de un aneurisma cerebral es de 40 a 70 años… en hombres. Las mujeres tienen más posibilidades de padecerlos en edades de 20 a 40.
Siempre hay una esperanza contra el aneurisma cerebral
El riesgo de morir a causa de un aneurisma era bastante alto, hasta que las cirugías endovasculares hicieron su aparición.
Pero la batalla más difícil contra un aneurisma comienza con la prevención; el control de la hipertensión arterial puede ayudar a prevenir algunos casos.
El hecho de seguir una dieta sana, hacer ejercicio de manera regular y mantener el colesterol en un nivel saludable también puede ayudar a prevenirlos.
Para mayor información sobre esta y otro tipo de cirugía visite www.baptisthealth.net.