Durante la época veraniega comúnmente modificamos la rutina diaria, alteramos todos los horarios, desde la hora de levantarse, hasta la hora para dormir, incluyendo la hora de alimentarnos y también el tipo de ejercicios físicos que realizamos.
Por ello es importante que los papás procuren ciertas acciones para no sufrir las consecuencias de un repentino cambio de costumbres y no afectar la alimentación de sus hijos en tiempo de descanso, pues retomar la rutina diaria de vuelta al colegio será muy difícil.
Acá te damos unos útiles consejos que facilitaran a que alimentes de forma correcta a tus niños:
- Ten refrigerios o botanas saludables: frutas, verduras, quesos frescos, galletas integrales y lácteos
- Trata de mantener los horarios de comida lo más cercano a lo habitual
- Ten disponible agua natural para favorecer la hidratación en vez de bebidas azucaradas o refrescos
- Comparte con los niños la preparación de los alimentos, haciendo un momento divertido el tiempo en la cocina
- Modera el consumo de dulces o golosinas, sobre todo cuando están frente a la televisión
- Dispone de más tiempo para realizar las comidas, ya que no existe la presión por llegar temprano a la escuela
- Realiza en medida de lo posible entre 3 a 5 comidas al día
Los tres tiempos de comida no siempre son suficientes para satisfacer el hambre de los niños y consumir todos los nutrimentos necesarios, sin embargo por el desfase horario en vacaciones pueden realizar dos o incluso una sola comida al día, o en caso contrario, la misma tranquilidad y relajación ocasiona que los pequeños hagan paradas continuas en la cocina provoca que coman todo el día, incluir pequeños refrigerios puede ayudar a que el antojo no domine en estas vacaciones.
Un refrigerio saludable debe ser variado, que incluya por los menos los tres grupos de alimentos (frutas y verduras, cereales; leguminosas y productos de origen animal).
Dependiendo del lugar y las actividades que realicen en estas vacaciones podemos incorporar otras recomendaciones.
Si salen de campamento:
- Compra leche en polvo únicamente si se va a consumir en el momento
- Asegúrate que el agua sea potable
- Modera el consumo de alimentos enlatados por su alto contenido en sodio
- Si la excursión o el paseo es de varias horas incluye en la mochila, productos energéticos: galletitas de cereales integrales, pan, fruta, barritas energética y sobretodo agua
Si van a la playa:
- Consume de manera abundante bebidas frescas especialmente agua natural, si además realizamos actividad física intensa
- Si se consume alimentos en la playa, elige aquellos preparadas en lugares que brinden seguridad e higiene
- Entra al mar 2 ó 3 horas después de comer para que dé tiempo a digerir los alimentos
- Evita preparar comidas en las mañanas que serán consumidas muchas horas después, ya que pueden descomponerse y causar malestar o enfermedad.
Disfrutar unas merecidas vacaciones también depende de la actitud y responsabilidad de ese tiempo para nosotros y los hijos, sabiendo elegir la calidad y cantidad de alimentos que consumimos hará que los permisos que nos demos en este breve periodo no serán luego una carga de culpas, kilos de más o malas costumbres para el resto del año.