Los aficionados que viajen al Mundial de Fútbol, este junio en Brasil, deberán comprobar que están al día con sus vacunas para evitar contagiar y ser contagiados por enfermedades altamente infecciosas como la rubeola o el sarampión.
Esa es la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que va a aprovechar la Semana Anual de la Vacunación en las Américas -que durará hasta el próximo día 30- para divulgar el mensaje de que es trascendental estar al día con el calendario de vacunación para evitar enfermarse.
Por esa razón el lema regional de la Semana de Vacunación en las Américas es una alusión al fútbol: "Vacunación ¡Tu mejor jugada!".
"Se eligió este lema como un llamado a la acción para destacar la importancia de estar protegido contra las enfermedades prevenibles mediante vacunación, en particular el sarampión y la rubéola, durante la próxima celebración de la Copa Mundial de Fútbol", explicó a Efe Alba María Ropero, asesora regional del programa de inmunización de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
El Mundial, que tendrá lugar en 12 ciudades brasileñas del 12 de junio al 13 de julio del 2014, es un "caldo de cultivo" propicio para que surjan enfermedades que, de hecho, ya no son endémicas en la región desde hace años.
La transmisión endémica del sarampión en las Américas se interrumpió en 2002, y la de la rubéola en 2009.
"Sin embargo, el sarampión sigue circulando a nivel mundial y en países como Brasil, Canadá, Ecuador y los Estados Unidos de América se han notificado casos de sarampión vinculados a importaciones", recordó Ropero.
A partir de la interrupción de la circulación endémica del sarampión en noviembre del 2002, el continente comenzó a contar casos importados de otros países y hasta 2012 notificó 2,771.
La mayoría de ellos (1,369) tuvieron lugar en 2011, cuando se documentaron 171 brotes a partir de importaciones, que generaron una transmisión sostenida en al menos tres países (Canadá, Ecuador y Brasil).
"La Semana de la Vacunación brinda una oportunidad de prepararse para afrontar este reto y proteger los logros de la región, incluidos los esfuerzos para intensificar las actividades de vacunación orientadas a los viajeros y otros grupos de alto riesgo como los trabajadores de salud, trabajadores del sector turístico, periodistas, etc".
La precaución no es a la ligera, dado que de los 32 países cuyas selecciones participan en la Copa Mundial de 2014, 19 notificaron casos de sarampión en 2013. Además, existen precedentes que recuerdan la necesidad de la prevención.
"Existen antecedentes de eventos internacionales como los Juegos Olímpicos (de invierno) de Vancouver en 2010 y la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica en 2010 que fueron asociados con grandes números de casos de sarampión en Canadá, Argentina y Brasil", puntualizó la experta.
La OPS ha puesto énfasis en prevenir el sarampión y la rubeola porque son dos enfermedades de muy alto contagio, pero en coordinación con el gobierno brasileño se aplicarán planes para evitar también el contagio de otras enfermedades.
Para estar bien protegidos, los viajeros deben vacunarse dos semanas antes de entrar en eventual contacto con la enfermedad.
Dado que muchos de los aficionados vendrán de otras partes del mundo, y sobre todo de Europa, la OPS está trabajando con el resto de regiones de la OMS para que se lleven a cabo campañas de comunicación que adviertan de la necesidad de estar inmunizados.
"Esta Semana Mundial de Inmunización en la que participan todas las regiones de la OMS es un vehículo importantísimo para recordar la importancia de tener las vacunas al día y, en última instancia, de estar preparado antes de ir a Brasil", señaló Ropero.
"Aún así, estamos coordinando con OMS EURO campañas de vacunación en las próximas semanas, en particular con recordatorios a los viajeros sobre la necesidad de vacunarse antes de viajar a Brasil", agregó.
Si bien ninguna de las dos enfermedades son graves cuando afectan a adultos, sí que lo son si infectan a mujeres embarazadas –pueden causar graves deformaciones en los fetos e incluso dolencias mortales- y, sobre todo, pueden ser muy peligrosas cuando afectan a los niños pequeños. EFE