El ácido glicólico es un alfa hidroxi-ácido utilizado clásicamente por dermatólogos en los peelings químicos, con importantes beneficios para la piel, siendo uno de los tratamientos antiarrugas más demandados por los pacientes.
El ácido glicólico se puede extraer de fuentes naturales como la caña de azúcar, uva, remolacha, alcachofa o piña. Su molécula es muy soluble en agua y tiene un tamaño muy pequeño, lo que permite que este activo penetre rápidamente y en profundidad en la piel.
En contacto con las células de la piel, el ácido glicólico tiene un efecto peeling, es decir, provoca un barrido o exfoliación de las células muertas de la superficie y estimula el proceso natural de renovación de la piel, lo que se traduce en una reducción de manchas, en una atenuación de las arrugas y, por tanto, en un rejuvenecimiento cutáneo.
También tiene bondades en las pieles con tendencia acneica, al regular la secreción de sebo y eliminar el exceso de escamas córneas. Por esta razón, es normal que tras la aplicación de un producto con glicólico, la piel se descame ligeramente o genere cierta sensación de hormigueo; es parte del efecto buscado.
A nivel de la dermis, una de las capas de las piel, también tiene importantes beneficios, como la estimulación de producción de proteínas de la matriz fundamental; colágeno y elastina, así como de glicosaminglicanos y ácido hialúronico, proporcionando así elasticidad, firmeza e hidratación a nuestra piel.
Es importante conocer ciertos aspectos del uso del ácido glicólico en dermo-cosmética. El PH de los cosméticos es clave, debiendo tener un PH de 3.5–4.0, lo que garantiza un buen equilibrio de molécula activa, con lo que se consigue tener una acción eficaz y controlada del ácido glicólico.
La inclusión del ácido glicólico dentro de liposomas, que actúan como vehículos que transportan y protegen este activo en nuestra piel, garantiza no solo la acción en profundidad, sino que reduce la posible irritación que pueda generar el glicólico en contacto con nuestras células.
Desde el punto de vista médico es importante hacer una buena pauta de tratamiento domiciliario con ácido glicólico para el cronoenvejecimiento. Es recomendable empezar con líneas de inicio, es decir, formas cosméticas con concentraciones de ácido glicólico efectivas pero suaves, de entre un 5 y 10%, hasta que la piel se acostumbre al uso del glicólico, momento en el que se recomienda pasar a líneas cosméticas de continuidad, con mayores concentraciones de ácido glicólico, de entre un 12 y 15%.
Son idóneos los productos cosméticos que tengan en su composición agentes hidratantes como el ácido hialurónico, agentes calmantes como el aloe vera o extractos de plantas, vitaminas y antioxidantes.
El uso continuado de un producto cosmético con glicólico va a proporcionar a nuestra piel un aspecto más joven, sano, homogéneo y con mayor elasticidad, turgencia e hidratación.
Dra. Carmen Faus Alcañiz
Especialista en Anatomía Patológica
Máster en Medicina Estética
Clínica Dermatológica Dr. Serrano. c/ Grabador Esteve 3, P1-2. Valencia. España • Tel. 96 3521441/ 96 3743079