Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer con un enfoque renovado en la justicia social y los avances científicos que prometen mejores diagnósticos y tratamientos. La campaña de este año lleva por lema “Igualando derechos”, una llamada a garantizar que quienes viven con Alzheimer tengan acceso a servicios de salud dignos, apoyo social, respeto y participación activa en la comunidad, combatiendo la discriminación y exclusión que padecen estas personas y sus familias, según institutos especializados.

En el plano científico, la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC 2025) ha marcado un antes y un después. Se destacan avances clave como biomarcadores sanguíneos más precisos que permiten detectar la enfermedad años antes de que se manifiesten síntomas, y la estrecha relación descubierta entre la microbiota intestinal y el riesgo de Alzheimer, lo que abre la puerta a nuevas terapias, según Alzheimer Iberoamérica.

En México, se estima que 1.3 millones de personas viven con Alzheimer, aunque la cifra real podría ser mayor por la falta de diagnósticos tempranos. Un gran reto es que el 70% de los pacientes son identificados en etapas avanzadas, lo que limita la eficacia de los tratamientos. Por eso se enfatiza la importancia de la educación para desterrar el mito de que perder memoria es normal al envejecer.

En el ámbito terapéutico, los fármacos más recientes, como lecanemab y donanemab, han recibido aprobación para tratar etapas tempranas de Alzheimer, logrando frenar la progresión y otorgar meses adicionales de vida independiente a los pacientes. Además, se están realizando ensayos con el medicamento semaglutida (conocido como Ozempic), que mostró potencial para reducir el riesgo de demencia y que podría convertirse en una alternativa más accesible y segura si los ensayos clínicos avanzan favorablemente.

Sumado a esto, la tecnología epidemiológica y diagnóstica está avanzando notablemente, con sistemas de inteligencia artificial capaces de estimar la “edad cerebral” y predecir deterioro cognitivo con menos invasividad, y programas de monitoreo a distancia para facilitar el seguimiento de la salud cerebral.

Este Día Mundial del Alzheimer es una oportunidad para recordar que la lucha contra esta enfermedad es tanto una batalla médica como un compromiso de justicia social para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen y de sus comunidades.

El Alzheimer en El Salvador

En El Salvador, hasta el año 2024 se reportan aproximadamente 68,807 personas diagnosticadas con Alzheimer, cifra que representa un desafío creciente para el sistema de salud nacional y para las familias afectadas. Según datos recientes de 2025, se diagnostican alrededor de 800 nuevos casos de Alzheimer por cada 10,000 habitantes al año en el país, lo que evidencia la magnitud del problema y la necesidad de atención especializada.

Para hacer frente a este reto, la Asociación de Familiares Alzheimer de El Salvador, una organización no gubernamental sin fines de lucro fundada en 1994 por neurólogos salvadoreños, se dedica a impulsar la atención integral y especializada para pacientes y familias. Su misión es brindar información, educación, y apoyo en cuidados para personas con Alzheimer y otras demencias, además de crear conciencia pública para eliminar la falsa creencia de que los síntomas son normales en el envejecimiento. La asociación promueve también la prevención y la investigación local, fortaleciendo así la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores.

El país cuenta con un Plan Nacional de Acción contra la Demencia que busca capacitar al personal de salud, cuidadores y familiares mediante programas específicos para el manejo adecuado de la enfermedad y la prevención de factores de riesgo. Este plan también contempla la creación de una red nacional de clínicas de memoria para mejorar la detección temprana y la atención oportuna de los pacientes, así como reducir la carga psicológica y económica de los cuidadores.