Definitivamente, la menta es una fuente de salud y bienestar. Existen muchos tipos de menta, y en cada país será más típica una u otra. Pero, cualquiera es indicada para hacer una infusión de menta, con la finalidad de cuidar de la salud, elaborar postres y también aceites esenciales.
Esta contiene polifenoles y un alto nivel de aceites esenciales, como el mentol, que le confieren la mayor parte de su actividad medicinal, por lo que aporta diversos beneficios para la salud, como se indica a continuación:
Problemas digestivos
Debido a que el té de menta actúa como relajante del músculo liso gastrointestinal, ayuda a reducir los espasmos que causan calambres y dolores digestivos. También esta hierba puede disminuir las náuseas, los vómitos, la hinchazón abdominal y los eructos excesivos.
Además de esto, el té de menta tiene un efecto estimulante sobre la secreción biliar, mejorando la digestión de los alimentos.
Asimismo, hay estudios que demuestran que la menta podría aliviar los síntomas atribuibles al intestino irritable, controlando las diarreas en adultos y en niños.
Para dolor de cabeza
El consumo de té de menta es recomendado para la terapia del dolor de cabeza y para las migrañas, ya que tiene propiedades anestésicas, que pueden ayudar a disminuir el dolor. Además de esto, el té de menta puede disminuir la tensión nerviosa y muscular que influye en este tipo de dolores.
Trata gripe y resfriado
La menta posee propiedades antiinflamatorias, antivirales, antibacterianas y vasodilatadoras que pueden ayudar a aliviar el resfriado o una gripe, dolores de garganta e inclusive usarse como complemento del tratamiento en la rinitis alérgica y en la bronquitis.
Está demostrado en algunos estudios, que la menta podría ayudar a reducir la tos y las congestiones nasales al mejorar el flujo nasal, ya que tiene un efecto estimulante sobre el nervio palatino.
Alivia síntomas menstruales
Se ha confirmado que la menta posee efectos positivos en el tratamiento de los dolores menstruales, ya que tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
En un estudio los resultados mostraron que la menta puede reducir la duración y la gravedad de los cólicos menstruales. Si bien el efecto de la menta puede ser menor que un analgésico, se puede utilizar para acompañar el tratamiento
Previene cáncer
En algunas investigaciones, se ha comprobado que la menta presenta propiedades anticancerígenas en las células humanas, que ayudan a disminuir el riesgo de desarrollo de algunos tipos de cáncer.
En un estudio donde se realizaron pruebas con los extractos de las hojas de la menta, se pudo comprobar su efecto inhibidor del crecimiento en algunos tipos de cáncer humano, como el cáncer de colon, de mama, de pulmón y en la leucemia.
Cura infecciones
La menta contiene óxido de piperitona, un compuesto que tiene propiedades antiparasitarias, actuando eficazmente como complemento para el tratamiento de algunas infecciones generadas por los parásitos, como la ameba y la giardia.
Además de esto, la menta posee acción antibacteriana, actuando contra algunas bacterias, como las estafilococos, y acción antifúngica, ayudando a eliminar algunos hongos como la cándida.
Mente y nervios
La menta contiene mentol y mentona, que ejercen actividad sobre algunos receptores y componentes del sistema nervioso central, ayudando a mejorar la calidad del sueño, disminuir los nervios, la fatiga mental y a mejorar el rendimiento en tareas cognitivas exigentes, como por ejemplo en el estudio.
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