Este es un rasgo de personalidad que afecta, en sobre manera, a las relaciones personales.
Quienes experimentan timidez poseen un comportamiento que pone límites a su desarrollo social en la vida cotidiana.
Por lo general, una persona que tiene un rasgo de timidez no sabe lo que tiene que hacer en las situaciones sociales y además no se atreve a hacer nada.
Estos son unos consejos que pueden servirte si eres una persona tímida. Apóyate en ellos.
Reconoce tu miedo. Acéptalo como algo propio y personal. Habla sobre tus temores con los demás. Si lo crees conveniente, busca ayuda profesional.
Aprende a identificar el tipo de sentimientos que genera el miedo, como angustia, pena, decepción, culpa, indefensión. Tal vez descubras que ese temor es una coraza que oculta algo más profundo y a lo que tienes que dedicarle tiempo.
Plática. Hazlo de la forma en cómo te sientas cómodo: contacto ocular, lenguaje corporal, presentaciones, conversaciones. Sonríe para aumentar tu seguridad.
Rompe el hielo. A menudo, el principio de una conversación es lo más difícil, así que piensa algunas ideas para entablar un diálogo con desconocidos.
Ensaya lo que vas a decir. Escribe previamente lo que quieres decir, dilo en voz alta delante de un espejo.
Reafírmate y céntrate en tus éxitos. Enumera tus cualidades y quiérete. Habla sobre ti mismo con respeto y cariño. Evita las recriminaciones y los insultos.
Pídele a alguien que te ayude y te dé apoyo, es decir, que funcione como observador en las situaciones que te generan tensión; así esa persona podrá decirte si lo hiciste bien o no.
Busca opciones distintas y haz un listado de cosas positivas que pueden ocurrir; intenta visualizarte realizándolas con éxito y consiguiendo tu objetivo.
Una vez superado el miedo y que hayas tenido éxito, haz una comparación positiva entre lo que eres y lo que eras, así crecerá tu confianza.
Recuerda que no necesitas soluciones ni alivio, solo que te escuchen.
FUENTE: Salud180.com
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