A muchas mujeres les gustan las manicuras en gel porque ayudan a que el esmalte no se astille fácilmente, pero se dice que pueden causar cáncer. ¿Qué tan cierto es esto?
De acuerdo con las doctoras Hope Ricciotti y Hye-Chun Hur, editoras en jefe de la publicación Harvard Women’s Health Watch, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), el esmalte en gel en sí no se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer. Sin embargo, las lámparas y cajas de luz, que se utilizan para sellar el esmalte durante las manicuras profesionales, han suscitado preocupación. Esto se debe a que muchas de estas emiten niveles bastante altos de radiación UVA, que desempeña un papel importante en el desarrollo del cáncer. El nivel de riesgo depende de la frecuencia de las manicuras.
Un estudio de 2014, publicado en la revista JAMA Dermatology, encontró que el nivel de exposición a los rayos UVA asociado con una manicura en gel cada dos semanas probablemente no sea lo suficientemente alto como para incrementar de forma significativa el riesgo de cáncer de piel.
Dicho esto, hay cosas que puedes hacer para proteger tus manos de la exposición a los rayos UVA. Lo primero es untar un protector solar a prueba de agua en tus manos antes de tu manicura, el cual debe tener un factor de protección solar (FPS) de 30 o más. También puedes considerar cortar las yemas de los dedos de un par de guantes y usarlos cuando te hayas hecho manicura en tus uñas.
Otra cosa que ayuda es minimizar tu exposición a la acetona, el solvente que se utiliza para quitar el esmalte en gel viejo, que puede secar la piel y las uñas. En lugar de sumergir los dedos en la solución, intenta empapar almohadillas de algodón en acetona y aplícalas en las uñas durante 10 a 15 minutos.
Si tus uñas están secas, también es una buena idea tomarte un descanso del esmalte de uñas durante una semana o dos varias veces al año. Una vez que hayas tomado descansos, aplica vaselina u otro humectante en las uñas varias veces al día.