Las lesiones deportivas agudas más frecuentes son: las heridas, contusiones, distenciones, desgarros, esguinces y fracturas y se conoce que las causas principales de estas son: falta de calentamiento o calentamiento inadecuado, mal o nulo estiramiento, plan de ejercicios inadecuado, poco reposo, una lesión previa no del todo rehabilitada, accidentes como caídas o golpes.
Para el caso, el tobillo es una de las articulaciones que se lesiona con más frecuencia. Sin embargo, los esguinces, son lesiones deportivas más frecuentes (70-80%). Aproximadamente el 85% de los esguinces se producen por un movimiento de inversión forzada que afecta el tobillo, y sobre todo en deportes de carrera y de salto como baloncesto y fútbol.
Según el Dr. Alejandro Salvatierra, médico, la mayoría de las lesiones deportivas son el resultado de un entrenamiento inadecuado en ciertos deportes, defectos estructurales y debilidad del cuerpo. Muchas de las personas que comienzan a hacer ejercicio después de haber sido sedentarios, sufren lesiones deportivas. No obstante, si se toman las precauciones apropiadas, las lesiones deportivas a menudo se pueden prevenir.
Para prevenir este tipo de lesiones es importante aplicar algunos cuidados como realizar siempre un calentamiento antes de empezar un ejercicio, estirarse correctamente, no esforzarse más allá de sus límites, sea progresivo en cuanto a tiempos, pesos o distancias, utilice calzado adecuado, no trate de hacer en un solo día lo que se hace en una semana, hágase un chequeo médico antes de empezar a entrenar
Los tratamientos para las lesiones deportivas son determinados por el ortopeda, ya que dependen del tipo de lesión y severidad de la misma. Algunas opciones pueden incluir medios físicos (hielo-calor local) inmovilización, prescripción de medicamentos para aliviar el dolor y/o cirugía.