Sabemos que el aguaymanto puede resultar nuevo para ti, sin embargo, son tierras santanecas las que han visto crecer esta fruta peruana que gracias a su riqueza de nutrientes se ha adaptado a nuestro país.
El peruano Álvaro Páez introdujo esta nueva fruta considerada “súper alimento” por su valor nutricional y ahora es usada como base para jugos y postres gracias a su delicioso sabor .
La planta que crece en El Salvador es una especie resistente desarrollada por técnicos peruanos y que surgió por una iniciativa para impulsar el consumo del aguaymanto por sus propiedades, que incluye antioxidantes, vitaminas A y C, fósforo y potasio.
Paez dice que su meta es colocarlo con nutricionistas y así más salvadoreños se beneficien con los aportes nutricionales de la fruta.
Joya Peruana que ahora El Salvador puede disfrutar
La versatilidad del aguaymanto permite consumir este fruto crudo, en néctar puro o combinado con otros zumos de frutas, helados, yogur, mermeladas, jarabe, postres, entre otros productos derivados de la biodiversidad peruana.
En Perú, el aguaymanto, o también conocida como “golden berry” y “uchuva”, es una fruta sagrada para la cultura inca.
Consiente de esto, el emprendedor comenzó a cosechar a prueba y error en el país y encontró en el microclima del volcán de Santa Ana, en la Finca Santa Teresita, un terreno donde hasta hace 14 años había cafetales, el punto perfecto para su desarrollo.
"Queremos que este país consuman la fruta de aguaymanto y que puedan gozar de sus beneficios" comenta Páez.
Álvaro decidió comenzar a cultivar ingredientes propios de la gastronomía de su país para sus recetas en el Restaurante El Peruanito, es así como inició con la aventura de plantar sus ajíes (chiles) y otros productos para ser autosuficiente y a la vez bajar los costos.
Por ahora, el aguaymanto no se incluye en sus platillos ya que su cocina es de corte tradicional, mientras que el fruto destaca más en restaurantes con el concepto de fusión.
Paez también tiene planes de ampliar la producción con cultivos como las sandías amarillas y las zanahorias de colores, además del lulo, un fruto con mucha demanda en Suramérica y que también se usa para jugos y postres.