Una de las peores cosas que trae esta época del año es la gran cantidad de molestos insectos y ni hablar de sus molestias dolorosas picaduras.
Entre los más comunes de nuestro día a día están las moscas y los zancudos.
Todavía no se ha inventado un método definitivo para acabar con estas plagas, lo que sí hay son diferentes formas efectivas para deshacernos de estos pequeños invasores. Uno de los más comunes es el insecticida, ya sea eléctrico o en spray. También es habitual recurrir a los repelentes o las amarillas focos antimosquitos y, últimamente, se han puesto de moda las velas antimosquitos.
Y no nos olvidemos que cosas tan sencillas como no dejar las luces encendidas o mantener la casa limpia y la basura bien cerrada son algunos de los mejores antídotos.
Pero, sin duda, lo más eficaz es que no lleguen a encontrar a su presa, es decir, impedirles que entren en casa. ¿Y cómo lo hacemos? Pues el mejor “repelente” es tener unas buenas persianas e instalar mosquiteros en ventanas o en tu cama.
Y si a pesar de todo, consiguen picarte, ten siempre un botiquín preparado para estos casos, con alguna pomada o gel que alivie la zona afectada. Y recuerda que, aunque te pique mucho, no debes rascarte ya que sólo conseguirás empeorarlo.