¡La moda masculina ahora importa más!
En los últimos meses ha evolucionado al punto de conquistar a importantes casas diseñadoras, que se han inspirado en la silueta varonil y han lanzado conjuntos exitosos que lograron una aceptación en la industria de la moda que cada vez es más exigente.
El negocio de vender ropa para hombres ha inquietado a varios diseñadores, que dejaron de lado los maniquís con cuerpos perfectos de mujer, para crear prendas para hombres. Pero, ¿qué ocurre en realidad? No es que ya no se haga ropa de mujer, pero algunos han optado por conquistar el complicado mundo masculino y los resultados son claros.
Un informe presentado por la consultora L2 afirma que en los próximos años la cifra de ingresos de las marcas con división masculina crecerá un 5%, superando así a la moda femenina en cifras relativas. La ropa para hombre será más valiosa, en definitiva. Y todo esto, a pesar de que apenas se ha pensado en una estrategia para venderla.
El negocio es una de las razones por las que las marcas están poniendo el foco en la moda para ellos. Por ejemplo, dos casos muy recientes además de Jacquemus y que permiten ejemplificar la situación actual: Isabel Marant y Stella McCartney, dos firmas tradicionalmente femeninas y fuertes, se han lanzado a diseñar colecciones para hombre en los últimos meses.
Otros casos son los recientes cambios en Louis Vuitton y Dior Homme; la creación de una colección masculina de ready to wear en Loewe (en 2015, cuando nunca antes había tenido); lo de Céline; la conversión de Berluti de marca de zapatos a marca global de ropa con Haider Ackermann al frente; el desfile mixto de Givenchy.
La segunda razón, es la creativa: en la moda para hombre hay mucho más que hacer porque apenas se ha hecho nada. El enorme mercado ofrece pocas opciones, sin embargo es posible crear más. Los hombres han tenido poco, lo tradicional, por lo que las marcas han visualizado como un público objetivo al que es sencillo ofrecer productos nuevos, de buena calidad y con estilo.
Por otro lado, las sudaderas, las camisetas, las zapatillas, las bómbers, son prendas asociadas a los armarios masculinos, sin embargo han traspasado las fronteras de género y han generalizado su uso entre hombres y mujeres. Una colección para hombre, ofrece un montón de prendas que funcionan igual en una colección para mujer.