En los primeros años de vida de tu hijo la tarea de alimentarlo a menudo se vuelve algo complicada pues necesitas saber qué darle y qué no, ya que una dieta sana y equilibrada da a tu niño todas las vitaminas y nutrientes que necesita para crecer.
A pesar de que esta labor sea difícil de lograr no te desesperes en este artículo te damos ideas para alcanzarla.
Ofrécele todos los grupos alimenticios:
Alimentos que contienen granos o harinas (hidratos de carbono)
Con cada comida y con algunas meriendas. Incluyen cereales de desayuno enteros y sin azúcar agregada, pasta, arroz, cuscús, papas, camote, plátano y cualquier alimento hecho con harina, preferiblemente integral, como pan, galletas y tortillas.
Frutas y vegetales
A los niños les pueden llevar algún tiempo aprender a comer una amplia variedad, especialmente de vegetales. Sigue ofreciéndoselos en cada comida para que tu niño aprenda que siempre son parte de una comida normal. Córtalas en trozos para que sean más fáciles de comer y siempre incluye frutas como parte del postre o como único postre.
Alimentos con alto contenido de hierro y proteínas
Ofrece estos en una o dos comidas al día. Incluyen pollo, carne, pescado, huevos, nueces y legumbres. Las legumbres son alimentos como frijoles, garbanzos o lentejas. Dale trozos suaves y tiernos de carne, pues a algunos niños la tarea de estar masticando trozos secos o duros les cuesta.
Si tu familia es vegetariana, es recomendable consultar con el pediatra o con una nutricionista sobre la dieta de tu pequeño. Como está desarrollándose, es importante que su alimentación incluya todos los nutrientes necesarios para su crecimiento. Si no come carne, posiblemente el doctor recomendará que coma.
No le des golosinas
Evita darle dulces, chocolates, productos envasados, otros alimentos azucarados, frituras. Estos aperitivos pueden dañar los dientes de tu niño si los come con frecuencia. También reducen el apetito de tu hijo por los alimentos saludables y contribuyen a la epidemia de obesidad que nos afecta.
Dale con moderación alimentos salados. El exceso de sodio puede producir problemas de salud, como hipertensión entre otros, por tanto evita:
- Las papas fritas y otras meriendas saladas como un alimento ocasional; no se los ofrezcas a tu hijo más de una vez por semana
- No agregues sal a la comida en la mesa
- Usa hierbas y especias en lugar de un exceso de sal para dar sabor a los alimentos que preparas
- Mantén los alimentos procesados al mínimo y cuando puedas elegir, utiliza la variedad baja en sal
Los aditivos y edulcorantes que se utilizan en los alimentos han sido probados para la seguridad del consumidor adulto. Sin embargo, se deben evitar grandes cantidades de edulcorantes, que a menudo se encuentran en las bebidas. Diluye las bebidas que contienen edulcorantes con abundante agua y si se pueden evitar es mejor.
Evita por completo darle estos alimentos
- Los huevos crudos o parcialmente cocidos y los mariscos pueden causar intoxicación alimenticia en los niños pequeños. Si se los ofreces, asegúrate de que estén bien cocidos. Los mariscos no se deben consumir más que una vez por semana.
- Los peces grandes que viven por muchos años, como el tiburón, pez espada y pez aguja, pueden contener altos niveles de mercurio y no se les deben dar a los niños.
- El té y el café se deben evitar, ya que reducen la absorción del hierro de los alimentos y su contenido de cafeína estimula mucho a los niños. Las colas o gaseosas dietéticas suelen tener alto contenido de cafeína y además pueden dañar los dientes, por lo que también se deben evitar.