Con seguridad has escuchado que dicen que “la primera impresión es la que cuenta”. En el mundo de la salud también se aplica, sobre todo cuando los pacientes son los niños pequeños.
Así como llevas a tu hijo periódicamente al pediatra, es importante que también lo acompañes al dentista, para que su boca y dientes tengan los cuidados adecuados y prevengas cualquier tipo de anomalías.
¨VISITAR AL DENTISTA NO DEBE SER NADA MALO, SINO QUE UNA EXPERIENCIA AGRADABLE PARA LOS NIÑOS Y LOS PADRES”. Dra. Olga de Guido, especialista en tratamientos de prótesis dentales y estética.
Sin embargo, en algunos casos son los mismos padres de familia los que huyen del dentista y transmiten a sus hijos una sensación de temor, formando la idea que los dentistas solo están para crear dolor.
Mucho tienen que ver las experiencias pasadas de los menores, pero ante todo, tanto padres como doctores deben ser honestos con los niños para que estos sepan qué va a pasar y nazca un vínculo de confianza entre el dentista y el paciente, afirma la Dra. María Eugenia Garay, ortodoncista.
¨MUCHAS VECES SOMOS LOS ADULTOS QUIENES INFUNDIMOS A LOS NIÑOS EL MIEDO AL DENTISTA”. Dra. María Eugenia Garay, Ortodoncista.
Es vital que el niño vea al dentista como amigos y el profesional deberá mostrarle todos los instrumentos y las prácticas que hará con el niño. Esta técnica se conoce como “decir-mostrar-hacer”, explica por su parte Maribel Flores, odontopediatra.
No obstante, existen procedimientos novedosos como la odontología de mínima intervención (OMI).
En este método se evalúa a la familia como un componente multifactorial que permite ver índices de caries del niño con base en los hábitos alimenticios, los horarios de comida y el análisis de la saliva, sostiene la Dra. Olga de Guido, especialista en tratamientos de prótesis dentales.
¨NO ESPEREN A QUE EL NIÑO TENGA DOLOR PARA LLEVARLO AL DENTISTA PARA QUE SU PRIMERA EXPERIENCIA SEA SIN ESTRÉS”. Dra. Maribel Flores, Odontopediatra.
A pesar de esto, las tres especialistas hacen una serie de recomendaciones a los padres de familia para que el encuentro niño-dentista no sea dramático.
- No llevar a los niños al dentista hasta que tengan dolor.
- No mentirle al niño.
- Escoger un dentista que sea especialista en el tratamiento de niños.
- Tener junto con los hijos una adecuada limpieza bucal.