Estos juguetes de gran escala no solo son buenos para la diversión, sino también para su integración al mundo.
Los padres primerizos afrontan desde el embarazo muchas dudas sobre los cuidados más apropiados para sus hijos y no es para menos, ya que tendrán la gran responsabilidad de traer un nuevo miembro a la familia.
Una pregunta frecuente es sobre qué accesorios se necesitarán en casa. Un imprescindible podría ser el parque infantil para bebés, un espacio donde dejar al niño para que juegue con tranquilidad, sin riesgo de que se lesione o se escape, sin que sus padres pierdan la atención con otras actividades.
Los parques infantiles son uno de los elementos de puericultura (disciplina sobre la crianza de los hijos) más solicitados en los últimos años. No solo son buenos para la diversión del bebé sino también para su correcto crecimiento, ya que suponen el inicio de la independencia del niño.
Estos parques están hechos de materiales resistentes; todas las partes externas se encuentran debidamente protegidas por plásticos blandos y acolchados.
Aun así, hay que estar atentos a los juguetes que se introducen en el parque, ya que si son demasiado pequeños y no estamos atentos, pueden suponer un peligro.
Antes de comprar un parque infantil, que durará unos años y puede servir incluso para un segundo hijo, es aconsejable seguir algunas pautas para elegir el más adecuado.
Una opción con muchas posibilidades son los parques que se pueden ampliar e incluso dividir en dos y así poder crear dos espacios de juegos distintos, para colocarlos en habitaciones diferentes o en la casa de algún familiar.
Otro de los más elegidos son los que incorporan barreras que se montan y se desmontan fácilmente; y una más divertida, es aquella que incorpore una puerta que permita al pequeño jugar cuando se vaya haciendo mayor.
Por último, no está de más asegurar de que el parque infantil elegido cumpla con las normativas internacionales de seguridad. Recuerda que la experimentación de los niños, imprescindible para su desarrollo.