Durante un encuentro sexual con tu pareja existen una serie de sonidos que ocurren sin que te des cuenta o los puedas controlar. Los gritos, los suspiros y los gemidos durante el sexo suelen ser de gran volumen, dependiendo del clímax en el que se encuentren.
A pesar de que muchos consideran que gritar durante el sexo es normal, hay parejas que por pena o discreción prefieren no hacerlo, pero existen unas serie de curiosidades que esconden los gritos que pueden ayudarte a tomar una decisión.
Se sabe que los hombres son menos expresivos que las mujeres y, por eso mismo, ellas tienden a gritar más durante el sexo, aunque ellas no hayan llegado al orgasmo.
Otra curiosidad es que el humano no es el único ser viviente que grita durante el sexo. Se ha comprobado que los monos también lo hacen, sobre todo las hembras, quienes con ese sonido ayudan a que su pareja eyacule y pueda tener un orgasmo. Esto también puede pasar en los humanos.
Por otro lado, muchas personas creen que se grita únicamente en el momento en el que se tiene un orgasmo, no obstante, la intensidad de los gritos puede ir paralelamente conforme se alcanza el clímax, es decir, el punto más alto de la excitación.
Sin embargo, debemos decirte que no todas las personas que han decidido aplicar este recurso durante su relación sexual han tenido un buen final. En Inglaterra, un hombre sufrió una golpiza por parte de unos jóvenes que, al escuchar los gritos de la mujer, pensaron que se trataba de un asalto, cuando en realidad mantenía un momento de intimidad con su pareja.
La decisión la tienes tú: puedes reprimir la sensación de placer y ser discreta o puedes dejar que tú y tu pareja disfruten de un sexo placentero y un poco más sonoro, con el riesgo de incomodar a alguien más.