Las mascotas son nuestros compañeros, nos esperan en casa, nos dan su amor, y son nuestros mejores amigos. En muchos hogares los padres permiten que sus hijos puedan tener una. No importa si es un perro, un gato, un pez, hay muchos beneficios que aporta el cuidado de una mascota en los niños.
Entre ellos encontramos:
Tener una mascota permite delegar responsabilidad en los niños. Es aconsejable que las familias se repartan las tareas de cuidado de la mascota y que no todo recaiga sobre los padres. Por ejemplo: uno le pone la comida, otro lo saca a pasear, etc.
Otorgan un poco de independencia. En algunos niños en particular, adquirir una mascota en algún momento especial de su vida puede ayudarlos a modificar el rol en la dinámica de la familia. Por ejemplo, en niños que les cuesta crecer adquirir una mascota les permite reposicionarse en un lugar de más grande y de cuidar a otro que necesita o depende de él.
Desarrollan actitudes positivas. Tener una mascota permite a los niños recrear la espontaneidad del juego y disfrutar de la creatividad que se pone en juego al interactuar con una mascota.
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En el caso de los niños ansiosos, el contacto con su mascota los ayuda a relajarse. Acariciarlos, mimarlos y dormir una siesta con ellos les ayuda a conectar con emociones placenteras y más tranquilas.
Son compañeros inseparables de los niños tanto para el juego como para otros momentos.Tanto perros como gatos son amigos fieles. Los animales suelen ser sumamente sensibles y cuando algún niño se encuentra enfermo o atraviesa un momento especial, su mascota sabe también cuidar de él y acompañarlo.
Ideales amigos para los chicos que empiezan a quedarse solos en la casa. Estar acompañado de su mascota aunque los padres no estén los hace sentir más seguros, es decir que una mascota es un buen compañero en el camino hacia la independencia.
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