El baño es una de las cosas básicas que debes hacer por tu perro como dueño responsable.
Dependiendo de las características del pelo y piel de tu perro, así como de las actividades que realice, bañarlo será algo que deberás realizar cada dos meses, mensualmente, cada 20 o 15 días o hasta cada semana si tu perro es de los que se ensucia a cada oportunidad.
Muchas personas optan por no bañar a sus perros en casa y en lugar de esto acudir con un profesional. Sin embargo, hay quienes por cuestiones económicas o por simple preferencia deciden bañar a sus perros ellos mismos en casa.
En algunas ocasiones esto puede ser una experiencia muy agradable tanto para tu perro como para ti como dueño, pero otras veces se puede volver casi una pesadilla.
Por eso, te damos algunos consejos para que logres bañar a tu perro en casa con éxito:
1. Asocia el baño con algo positivo
A la mayoría de los perros no les gusta que los bañen. Les hace sentir sometidos y atrapados en un espacio reducido, mientras los mojan, tallan y manipulan constantemente bajo un chorro de agua. Por eso es importante que tu perro asocie este momento con algo que le gusta.
En cuanto lo metas a la tina o a la regadera, puedes intentar darle un poco que queso o tantita crema de cacahuate. Esto lo relajará. Inmediatamente después de terminar el baño, dale algo que le guste mucho: un premio, un juguete nuevo (o uno viejo que ame y que hayas mantenido escondido unos días para que lo extrañe) o sácalo a dar un paseo.
2. No lo llames con un ‘ven’
A muchos perros les cuesta trabajo obedecer la orden ‘ven’, pero si tú has logrado que tu perro la siga y quieres que la siga haciendo, no lo llames con ese comando. Recuerda que esta orden siempre debe estar asociada a algo positivo y el baño en general no lo es para los perros. Así que mejor cárgalo y llévalo directamente al baño o, bien, ponle la correa y llévalo contigo.
3. Con calma
Si percibes que tu perro es de los que odia los baños, hay que iniciar de cero y con pasitos de bebé antes de que logres bañarlo por completo. El secreto es no forzarlo, pues saldrá huyendo a la menor oportunidad e incluso puede enojarse. Comienza por hacer que se acerque al baño y dale unos premios. Cuando ya no tenga miedo de estar ahí, mételo a la regadera o tina (sin agua), ahí dale unos premios y déjalo ir.
Otro día, haz que entre al baño y junta un poco de agua en una cubeta (el chiste es que escuche el sonido del agua, pero sin desperdiciarla), dale un premio y déjalo ir. Cuando notes que ya no se estresa, intenta bañarlo sin dejar de darle un premio delicioso como un pedacito de queso.
4. Cepilla su pelo antes
Dale una buena cepillada para deshacer los nudos y minimizar la cantidad de pelo que soltará durante el baño.
5. Consigue un buen shampoo
Hay muchos perros que llegan a odiar el baño por la sensación de resequedad y comezón tan horrible que les queda en el cuerpo por haber usado un producto no apto para ellos. El shampoo de humano no tiene el mismo PH que el que es indicado para los perros, así que no es recomendable que lo uses. Usa un shampoo suave hecho especialmente para ellos.
6. Cuidado con la temperatura del agua
El agua debe estar tibia, no fría ni caliente, así que ten cuidado.
7. No le mojes la cara o las orejas directamente
Esto puede molestarlo y el agua se le puede meter a los oídos, lo cual puede causarle una otitis.
8. No limpies sus orejas durante el baño
Las orejas de tu perro son una zona muy sensible y delicada, con tendencia a tener infecciones fácilmente, así que cuando bañes déjalas en paz. De hecho, hay quienes recomiendan ponerle unas bolas de algodón dentro para evitar que entre agua. Si tu perro lo tolera, adelante; si no, no lo obligues. Es mejor que después las limpies utilizando esta técnica.
9. Sécalo al natural y con una toalla
Si te es posible, seca lo más que puedas a tu perro con una o varias toallas y deja que tu perro se seque al natural. Si por el clima o por el tipo de pelaje de tu perro es imposible, puedes usar una secadora de mano en la temperatura más baja y en la potencia más suave. Si no le gusta, no lo obligues.
10. No lo regañes
Si de plano el baño no es para tu perro, no lo regañes, no lo castigues, no le grites, no lo obligues y mucho menos le pegues. En ese caso, mejor acude con un profesional de confianza para que bañen a tu perro.
Vía: institutoperro.com