Es el momento de ordenar las habitaciones y las zonas de juego de los niños. La clave está en verlo todo desde su perspectiva y ponerse a su altura. Mira el espacio, la zona de almacenamiento, los muebles y sus pertenencias desde esa posición ventajosa y adapta tus estrategias. Sigue estos consejos:
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Piensa a favor del niño
Para organizar un cuarto infantil, las soluciones deben adecuarse al niño. Los muebles y los sistemas organizativos adultos no satisfacen sus necesidades. A las manos pequeñas les cuesta abrir y cerrar los cajones que se resisten. Las puertas de fuelle pillan dedos y se salen cuando se empujan desde abajo. Las barras de los guardarropas quedan fuera de su alcance y las cajas de juguetes albergan un desorden de juguetes.
En el caso de los niños más pequeños, quita las puertas de los armarios. Baja la barra e invierte en perchas para niños. Usa recipientes abiertos a nivel del suelo para guardar los juguetes y cestos de plástico sin tapa para los calcetines y la ropa interior.
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Difícil de sacar y fácil de guardar
La regla de oro del almacenamiento infantil eficaz sostiene que colocar algo tiene que ser más fácil que sacarlo. Almacena los libros ilustrados como si fueran un álbum de fotos y ponlos de pie en un cubo de plástico poco profundo. El niño los hojea, selecciona y, cuando termina, deja el libro delante del cubo. Es mejor que una librería tradicional, ya que los dedos menudos pueden tirar un estante entero con más rapidez que volver a colocar un libro.
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Organiza de abajo arriba
Como corresponde a la estatura del niño, comienza el proceso de organización desde la parte más baja del cuarto y trabaja hacia arriba. Los juguetes y las pertenencias más usados deben vivir en los estantes y cajones inferiores o en el suelo. Los niveles más altos están destinados a lo que menos usa.
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Etiqueta, etiqueta y vuelve a etiquetar
Imprime con el ordenador sencillas etiquetas gráficas para los pequeños. Imágenes de calcetines, camisetas, muñecas o bloques contribuirán a que el niño recuerde cuál es el sitio de esos objetos. Mejora la capacidad de lectura de los niños no tan pequeños con etiquetas de gran tamaño. Pega etiquetas en todas partes: dentro y fuera de los cajones, en los bordes de los estantes, en las cajas, las estanterías y los cubos. Jugar a "hacer coincidir la etiqueta" puede ser divertido... y convierte en un juego el momento de recoger los juguetes.
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Crea una rutina de mantenimiento
Los altibajos habituales a la hora de mantener ordenada una habitación suelen irritar y frustrar a los niños. Su cuarto está limpio y ordenado, se ponen a jugar y de repente vuelve a ser un espacio alborotado. Ayuda a los niños a romper ese ciclo, crea rutinas de mantenimiento e incorpóralas a la jornada. "Recogida matinal" significa estirar la manta, colocar la almohada en la cama y meter la ropa del día anterior en el cesto de la ropa sucia. Antes de ponerse el pijama, la "recogida nocturna" supone guardar los juguetes utilizados durante el día.