NO EXISTE UNA REGLA ABSOLUTA QUE DICTE EN QUÉ MOMENTO INICIAR UNA FAMILIA. PERO SÍ HAY PARÁMETROS QUE NOS GUÍAN PARA DISCERNIR CUÁNDO ES EL TIEMPO ADECUADO.
Hay matrimonios que, tan solo unos meses después de la boda, inician con su rol de padres, y hay otros que ven el pasar de los años sin sentirse preparados para engendrar su descendencia. Ni una cosa ni la otra son buenas o malas. Lo que sí es verdad es que la decisión de criar un hijo no debe tomarse de la noche a la mañana.
La doctora Dora Beatriz de Sol, experta en temas de familia, nos da algunas de las pautas que toda pareja debe usar para premeditar ¿cuándo darle la bienvenida a los hijos?
“La consolidación como pareja es clave para saber qué esperar del otro al llegar el bebé”.
REQUISITOS PARA SER PADRES
Conocerse, disfrutarse y consolidarse como pareja.
Cuando la pareja es menor de 30 años, le sobra el tiempo para acoplarse a las costumbres y carácter del otro, y adaptarse al nuevo estilo de vida juntos. Los dos primeros años son de mucho disfrute y aprendizaje.
• Terminar la preparación académica.
Realizarse como profesional ayuda en muchos sentidos: da seguridad, autoconfianza, madurez y, sobre todo, abre posibilidades de tener qué ofrecerle económicamente a los hijos.
• Estabilizarse económicamente.
El tiempo de espera puede ocuparse para avanzar con el pago de casa, muebles, cancelar deudas. Los hijos son el gasto más significativo dentro del presupuesto familiar por más de 20 años.
• Planificar ser padres tanto económica como emocionalmente.
Instruirse como padres, leer libros, comprar las cositas del bebé; en fin, preparar el escenario para que todo esté bajo control al recibir al nuevo integrante.
• Ponerse de acuerdo sobre qué espera el uno del otro.
Dialogar, consensuar, modificar aquellas cosas que no nos parecen y establecer obligaciones son pilares fundamentales que deben edificarse antes de procrear.
“Primero formen, con bases sólidas, su relación, luego inviten a alguien más”.
BENEFICIOS DE PREPARARSE
• Máyor facilidad de resolver conflictos acertadamente.
• Familias más armónicas, sólidas y felices.
• Hijos con mayores oportunidades de crecimiento integral.
AL MOMENTO DE TENERLOS
Ambos deben participar en la crianza del hijo, cambio de pañales, baños, darle de comer. Un error es que la mujer acapare al bebé y no deje que el padre se involucre lo suficiente.
Fuente consultada:
Dra. Dora Beatriz de Sol, psicoterapeuta con certificación Internacional en Asesoría familiar.
Tel.: 2264 7417