Si eres de aquellos que no perdona un día sin gimnasio y que ha probado más de un suplemento por orden de tu entrenador para aumentar tu masa muscular, es momento de que conozcas la función de estos componentes y la evidencia científica sobre su no tan fiable funcionamiento.
Cualquier nutriólogo o médico optará por utilizar alimentos antes de añadir sustancias que, muchas de las veces, no han sido estudiadas ni aprobadas por las organizaciones mundiales dada su baja efectividad. Así que en caso de que necesites utilizar algún suplemento, lo más recomendable es que acudas a un profesional de la salud, pues él podrá señalarte cuál de ellos es mejor dependiendo el estado de tu cuerpo, la rutina de ejercicio, tu dieta y los objetivos que quieras lograr.
Por lo general estos productos están enfocados a aumentar la masa muscular, reducir la sensación de fatiga, aumentar la resistencia o bien acelerar el proceso de quema de grasas. Desafortunadamente, la mayoría cuenta con poca evidencia científica respecto a sus efectos, a pesar de la gran publicidad que tienen. Es por eso que en esta ocasión te presentamos una radiografía de algunos de los suplementos más populares entre los aficionados al gimnasio:
1. Glutamina
Este aminoácido es responsable de varias reacciones bioquímicas que tienen que ver con el sistema inmune del cuerpo. En el deporte, varios estudios han encontrado que la glutamina ayuda a acelerar el proceso de recuperación después de un entrenamiento intenso, sin embargo los estudios demuestran mucha controversia sobre su uso en el deporte.
2. Creatina
Este suplemento es el más estudiado y comercializado, ya que trabaja dentro del sistema energético fosfágeno. Esta carga de creatina incrementa el desempeño en el ejercicio que involucra trabajo de alta intensidad con muchas repeticiones. Sin embargo, es necesario estar al pendiente de la retención de agua que se puede generar.
3. Proteína
Estos productos, presentados generalmente en polvo, tienen en su composición suero de leche y caseína. Ayudan a la reposición de proteínas y a la formación de músculo. Estos licuados o batidos, se deben de tomar después de la sesión de entrenamiento sin dejar que pase más de una hora. Es necesario que un nutriólogo determine la cantidad que debes de añadir para no sobrecargar la función renal y hepática de tu organismo.
4. Efedrina
Este componente ayuda a disminuir la sensación de fatiga y perder grasa rápidamente. Sin embargo, tiene grandes riesgos de generar accidentes cerebrovasculares y complicaciones cardíacas, por lo que su uso no es recomendable y en caso de requerirlo debe tener vigilancia médica.
5. Óxido Nítrico:Este componente es capaz de aumentar el flujo sanguíneo, por lo que se esperaría que el periodo de recuperación fuera más rápido y tener como resultado una hipertrofia muscular (aumento del músculo), sin embargo, no hay ningún estudio aprobado que compruebe esta teoría, simplemente especulaciones y algunos casos de éxito. Es importante mencionar que el ejercicio maximiza los niveles de óxido nítrico, entonces ¿no sería mejor tener una buen entrenamiento físico en vez de consumir estos productos?
6. Carnitina
Este componente es el encargado de transportar grasa a la mitocondria donde se oxidará y podrá ser convertida en energía, es por eso que es considerado un reductor de grasa. A nivel deportivo se le atribuye la disminución de los niveles de lactato tras un ejercicio intenso, rápida recuperación y aumento en la fuerza muscular. Sin embargo, existe mucha controversia sobre su uso ya que varios estudios científicos afirman que una persona sana no presenta deficiencias de Carnitina, es decir, el cuerpo tiene un tope así que por más Carnitina que se ingiera, ésta no transportará más grasa ni traerá beneficios extras.
Es importante que no te guíes por la creencia popular ya que estudios han demostrado que varios suplementos nutricionales, que se venden en la actualidad, cuentan con dosis extremadamente bajas para lograr sus “efectos milagrosos”, lo que indica que no tienen ningún beneficio en el cuerpo humano, además de que pueden poner en riesgo tu salud.
Lo mejor es consultar a tu médico o nutriólogo antes de tomar alguna decisión que a la larga pueda afectar tu salud.
Fuente: Elisa Ceñal, para gq.com.mx