Hundir los pies en la arena, caminar sobre la hierba, trepar sobre los pies de papá... Son nuevos descubrimientos que estimulan naturalmente al bebé que da sus primeros pasos. Y que ayudan a prevenir los posibles defectos posturales.
Te damos unos ejemplos prácticos de estímulos naturales y sencillos, que ayudarán a tu bebé cuando aprende a caminar, además de favorecer su desarrollo psicofísico.
¡Qué divertido pisar arena!
Caminar sobre la arena da mucha confianza al niño: ¡se cae y no se hace daño! Además, se desarrolla el arco plantar, que da forma al pie, y se estimula una correcta actividad muscular. Si el pequeño camina por donde romplen las olas, el paso de lo seco a lo mojado y del frío al calor refuerza sus vasos sanguíneos y mejora la circulación.
Pies sanos
Regordetes, blanditos y tan monos... ¡Dan ganas de comérselos! Sin embargo, al verlos tan gorditos, muchos papás piensan: ¿y si son planos? Lo que les hace parecer planos es la capa de grasa subcutánea que tienen en el arco plantar, que, hasta los tres años, todavía no está bien formado. Por tanto, sólo se puede empezar a pensar en posibles tratamientos correctores a partir de esta edad, siempre que el especialista lo considere necesario.
Piedrecitas
Caminar sobre piedrecitas planas y lisas estimula las terminaciones nerviosas de sus piececitos. ¡Un auténtico masaje plantar que beneficia a todo su cuerpo!
Sobre los pies de papá
Mantener el equilibrio sobre los pies de papá hará que el pequeño se sienta un capitán valiente. ¡Y le parecerá que da pasos de gigante como los mayores! Permíteselo: es una buena forma de transmitirle seguridad, desde pequeñito.
Descalzos en la hierba
No hay nada mejor que la hierba para estimular al niño y poner a prueba su capacidad de percepción. Al principio, podrá parecerle que pincha un poco, pero, cuando coja confianza, apreciará su frescura y suavidad. Si le molesta caminar sobre la hierba y quiere que le cojas en brazos, siéntate con él y proponle un juego. Por ejemplo, con los dedos de los pies, coge alguna piedrecita oculta entre la hierba y pásatela de un pie a otro, o bien sostenla con los dos pies. Después... ¡ayuda a tu pequeñín a hacer lo mismo!
Fuente: mibebeyyo.com