La obesidad es un problema global que está incrementando la carga de distintas enfermedades no transmisibles (ENT), entre ellas las enfermedades cardíacas, y América Latina no se escapa de esta tendencia. Según un estudio publicado en la revista Plos One, se calcula que para el año 2030 más del 50% de los hombres y más del 60% de las mujeres de América Latina serán obesos. Asimismo indican que al haber un aumento en los índices de obesidad también incrementará la incidencia de ENTs en la región.
De acuerdo con los autores del estudio, reducir los niveles del índice de masa corporal (IMC) en las personas tiene un efecto dramático en la incidencia acumulada de ENTs. Por ejemplo, encontraron que al disminuir el IMC en un 5% se pueden evitar hasta más de 1 000 casos de personas con enfermedades cardíacas para una población de 100 000 habitantes.
De hecho, otra investigación publicada en esta misma revista indica que está comprobado científicamente que hay una relación directa entre el aumento del IMC y el riesgo de padecer alguna enfermedad cardíaca. Según los autores del estudio, por cada 4 puntos de aumento en el IMC, el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica (cuando el corazón se daña por falta de oxígeno) aumenta en un 26%.