Porque más de alguna vez ha sentido los inconvenientes de usar gafas… Para momentos como esos, existen soluciones prácticas y los lentes de contactos son una de ellas.
Millones de personas alrededor del mundo utilizan lentes de contacto, que si bien pueden ayudarle a disminuir las molestias causadas por las gafas, como sentir el peso en la nariz o la presión detrás de las orejas, se debe tener un sumo cuidado para no tener infecciones. Aquí cinco consejos brindados por Gabriel Quesada, médico oftalmólogo de Viva Sin Lentes.
1. CADA OJO, CADA LENTE
Para cada enfermedad, hay un tipo de lente. Por ejemplo, la miopía y la hipermetropía, se adaptan perfectamente a los lentes de contacto blando, pero ciertas deficiencias como el astigmatismo, necesitan otras variedades como los tóricos o de gaspermeable; incluso hay lentes personalizados para cada enfermedad.
2. REGLA DE ORO:
NO DORMIR CON ELLOS
Aunque la información del fabricante así lo indique, lo apropiado es no hacerlo, ya que han sido diseñados en ambientes diferentes. No es lo mismo dormir con ellos en Suecia que en El Salvador; además, este hábito puede provocar una intolerancia a los lentes a largo plazo.
3. LIMPIEZA A DETALLE
Lave sus manos antes de poner y quitar cada lente y por supuesto, el estuche en el que los guarda debe mantenerse limpio, incluso puede hervirlo para evitar que sea foco de infecciones.
4. GOTAS LUBRICANTES, ¡UN BÁSICO!
El ambiente en el que nos movemos a diario es bastante sucio, el aire condicionado, el humo, polvo y otros más pueden resecar el ojo. Estas gotas lubricantes, de venta libre en cualquier farmacia, son una gran ayuda. Un dato importante: el uso de lentes reduce la producción de lágrimas, así que estas gotas son imprescindibles.
5. DESCANSO PROLONGADO
El uso continuo de lentes puede llegar a provocarle una intolerancia. Por ello, es importante que descanse un tiempo, puede ser un fin de semana, y recuerde: no los use por más de nueve horas diarias