¿Tanto así? Pues sí, estas sustancias presentes en la leche y otros productos lácteos favorecen el crecimiento de bacterias sanas que ayudan en la prevención de diferentes enfermedades.
Desde hace un par de años se ha estudiado a profundidad la importancia del consumo de los prebióticos, “aún falta mucho por descubrir”, destacó la investigadora Silvia Ascencio Marcos del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición de España.
La experta ha logrado identificar la importancia del consumo de esta sustancia que está presente en diferentes productos como la leche, yogures, margarinas, zumos, cereales, entre otros.
“Lo que se sabe es que los prebióticos unidos a otras vitaminas como la A y la D, vuelve a los alimentos más funcionales y sirven para prevenir alergias, dermatitis o el asma”, aclaró la investigadora.
Por el momento, el consumo de los prebióticos se ha vinculado a diversos beneficios, entre ellos: Previenen el estreñimiento y diarrea. Disminuyen la presión sanguínea y reducen los niveles de colesterol. Favorecen la mineralización ósea. Tienen propiedades protectoras frente al cáncer colorrectal.