En las relaciones humanas y, sobre todo, cuando éstas se dan en el entorno de parejas y familiares es importante tener en cuenta que debido a la diferencia genética y de conducta de los sexos, a los hombres se les dificulta disculparse.
No quiero decir con esto, que nos olvidemos de esperar alguna forma de disculpa cuando su conducta no ha sido adecuada o han tenido algún despiste (como olvidar su aniversario, cumpleaños, etc.), pero sí que no esperemos una disculpa en forma.
La importancia de esto, sobre todo cuando el hombre en cuestión es alguien que tiene muchas otras cualidades, es el mantener la paz de la pareja, el hogar y de nuestra mente, que por otro lado, tiende a recordar y recordar la ofensa, haciéndonos infelices y haciendo que provoquemos involuntariamente más altercados para poder materializar nuestro enojo por la falta de remordimiento que desearíamos encontrar en ellos.
Démonos por satisfechas si observamos que él, nos sonríe o nos brinda algún detalle que, aunque mínimo, no esperamos. Podemos incluso mencionar levemente la falta; pero no la repitamos sin cesar, pues lo único que produciría es mas confrontación.
Ustedes, mujeres, como yo, tal vez sientan que es un consejo muy simple y sencillo, pero si lo aplican verán como el número de disputas, altercados y sinsabores con su pareja o amigos varones disminuirán; con la consecuente mejora en sus interacciones cotidianas.