Muchas veces las personas estamos acostumbradas a trabajar de una forma determinada, pero estos hábitos que ponemos en práctica frecuentemente pueden hacer que nuestro desempeño laboral caiga e incluso que afecten nuestra salud.
Identificar y ajustar estas prácticas es clave para desempeñar de mejor forma el trabajo diario, si esto no se hace a la larga podría repercutir en el puesto de trabajo, así como en la vida familiar y personal.
Estos son algunos hábitos que podrían estar afectando tu desempeño laboral:
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Mala disposición para trabajar
El tener los ánimos bajos para realizar nuestro trabajo hace que el ambiente laboral no sea el adecuado, lo cual no solo afecta a la propia persona, sino también al equipo de trabajo.
Tener una mala disposición para trabajar puede causar dificultades para el logro de objetivos, también forma un aura de negatividad y malas energías en el sitio de trabajo, lo que mantiene la indisposición, redunda en faltas de ganas para ir a la oficina y en el mal trato entre colegas.
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No tomar descansos
Contrario a lo que se podría pensar, no tomar descansos del trabajo puede repercutir en la productividad. Esta mala práctica, se contrapone a la idea de tomar descansos para realizar el trabajo más rápido y estar centrado únicamente en su labor.
Sin embargo, el no despejar la mente por unos minutos al menos puede tener un impacto negativo en el cerebro produciendo baja energía, poca creatividad y estrés.
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Hacer muchas cosas a la vez
El tema de las multitareas genera debate entre quienes defienden este estilo de trabajo como una estrategia que favorece la productividad y los que aseguran que es solo una manera de hacer más pero no siempre con mejores resultados.
La trampa de esto es que trabajar en varias cosas a la vez tiende a exigir que la concentración se divida en más tareas, por lo que al final podría no estar haciendo bien todas ellas.
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Aceptar una mayor carga laboral
Esto no significa que no debas ser colaborativo con tus compañeros, o que debas ayudar cuando puedes hacerlo, está más bien enfocado en no comprometerse a hacer cosas que puedan afectar a tu objetivo principal por el que fuiste contratado.
Debes estar consciente sobre tus capacidades y sobre todo del trabajo que puedes realizar sin comprometer tu salud física y mental.
El trabajo no debería consumir tiempos que están destinados para otras cosas como ejercitarse o comer, cada una de estas tareas debe tener su tiempo durante el día, de no ser así se favorece a un estilo de vida poco saludable del que valdría la pena reflexionar.
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