Un nuevo caso de legionella ( el nombre de la forma más severa de infección, que se desarrolla con neumonía y fiebre muy alta), diagnosticado eleva a 23 el número de personas afectadas por el brote de esta enfermedad surgido en Sabadell, en la provincia de Barcelona (noreste de España), de las cuales dos fallecieron.

Dieciocho de los enfermos están hospitalizados y tres fueron dados de alta, según datos facilitados por las autoridades locales.

El secretario de Salud Pública del Gobierno regional de Cataluña, Antoni Mateu, eludió hoy concretar la zona donde sospechan que se encuentra el foco de este brote de legionella, que podría ser una zona céntrica de Sabadell, aunque informó de que ya se desinfectaron 21 instalaciones que contienen 38 torres de refrigeración.

Mateu negó que haya un tercer muerto, como apuntan desde varios medios, aunque reconoció que antes del verano se produjo otro brote en la misma ciudad, que ya fue aislado y no tiene nada que ver con el actual, en el que falleció una persona.

La media de los afectados es de 76 años, con edades comprendidas entre los 45 y los 94 años, y todos ellos empezaron a mostrar síntomas de pulmonía, como la tos seca, entre el 5 y el 15 de septiembre.

Los dos fallecidos, añadió Mateu, presentaban "patologías de base importantes", como insuficiencias respiratorias o cardíacas, procesos cancerígenos, obesidad o tabaquismo, que agudizaron la infección, aunque no concretó cuáles eran.

Explicó que "el goteo" de infectados de legionella puede continuar hasta que no pasen 10 días desde el final de la desinfección de las torres de refrigeración.

Tanto estos trabajos como las entrevistas a los afectados para trazar la investigación epidemiológica empezaron el pasado lunes, cuando se tuvo conocimiento de los 12 primeros casos de legionella. EFE