La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Al medir la presión arterial se registran dos valores:
- Presión sistólica. Este es el valor más alto. Se refiere a la presión máxima dentro de la arteria. Se produce cuando el corazón se contrae y bombea sangre al cuerpo.
- Presión diastólica. Este es el valor más bajo. Se refiere a la presión mínima dentro de la arteria. Se produce cuando el corazón se relaja y se llena de sangre.
Por ejemplo, si la presión arterial de un niño es 110/70 mmHg, 110 es la presión arterial sistólica y 70 es la presión arterial diastólica.
La presión arterial alta (hipertensión) significa que la presión dentro de las arterias es demasiado elevada. Esta presión elevada puede dañar las arterias y hacer que el corazón trabaje más.
- Si la presión es alta cuando el corazón se contrae, entonces la presión sistólica será alta.
- Si la presión es alta cuando el corazón se relaja, entonces la presión diastólica también será alta.
La presión sistólica o diastólica, o ambas, pueden ser elevadas.
Muchos factores afectan la presión arterial. Entre ellos se incluyen:
- Hora del día. La presión arterial varía a lo largo del día.
- Actividad física. La presión arterial suele ser más alta durante y justo después del ejercicio.
- Las emociones. Sentir ira, miedo o alegría puede afectar la presión arterial. Sentir ansiedad o nerviosismo en el consultorio médico también puede afectarla.
- Edad, estatura, peso y sexo. La presión arterial es más baja en los bebés que en los niños mayores. Los niños más altos suelen tener la presión arterial más alta que los más bajos. Los niños con sobrepeso u obesidad tienen mayor probabilidad de tener hipertensión. Y los niños varones suelen tener la presión arterial ligeramente más alta que las niñas.
- Enfermedad o medicamentos. Podría tratarse de una enfermedad cardíaca o renal.
- La alimentación. La sal, los alimentos con alto contenido de sal (como las carnes envasadas), el alcohol y las bebidas con cafeína (como el café y los refrescos) pueden elevar la presión arterial.
Una sola lectura alta de presión arterial no significa que su hijo tenga hipertensión. El médico de su hijo querrá controlarle la presión arterial durante varios días o semanas. Si la presión arterial se mantiene alta, podría ser un problema.