Los cuidados preventivos diarios como el cepillado con pastas con flúor, el uso de hilo dental, el enjuague bucal diario y los controles cada seis meses con el odontólogo te ayudan a mantener una cavidad bucal libre de enfermedades.
Los factores o hábitos que pueden provocar el desarrollo de enfermedades bucodentales son el consumo de bebidas alcohólicas, el tabaco, una dieta altamente cariogénica (dieta blanda, con alto contenido de hidratos de carbono, especialmente azúcares fermentables como la sacarosa, que se deposita con facilidad en los dientes) y la mala higiene bucal.
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Cuando escojas el cepillo dental, recuerda que debe tener cerdas suaves y finas para que elimine más fácil los restos de la placa que se alojan en las fosas y fisuras de los dientes y entre los surcos de la encía limpiando más a profundidad.
- El cepillado debe durar entre tres y cuadro minutos idealmente para limpiar cada uno de los dientes.
- Cambia tu cepillo cada tres meses o después de haber sufrido catarro, gripe o una infección de garganta.
- Limita el consumo de bebidas carbonatadas sodas, café, té y vino tinto ya que pueden causar pigmentación en los dientes.
- Si tienes hijos, fomenta la higiene bucal desde sus primeros años de vida. Los niños deben aprender que el cepillado dental debe efectuarse tres veces al día haciendo énfasis en el cepillado antes de dormir, ya que durante siete horas de sueño se desarrolla y crece la flora bacteriana productora de caries.
- De vez en cuando, auxíliate de la manzana, el apio, la zanahoria y el pepino que son algunos de los alimentos que favorecen la autolimpieza de la boca, arrastrando la placa bacteriana en formación, por lo que reciben el nombre de alimentos detergentes.
Otro complemento necesario para la higiene bucal son los enjuagues bucales fluorados que ayudan a mantener la cavidad bucal libre de bacterias patógenas por un cierto tiempo durante el día.
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TÉCNICA CORRECTA DE CEPILLADO
Coloca el cepillo con una ligera inclinación donde las cerdas queden en contacto con la superficie dental y la encía, luego realiza movimientos circulares y un barrido hacia abajo en los dientes superiores y uno hacia arriba en los dientes inferiores.
- Cepilla suavemente la superficie dental externa de dos o tres dientes con movimientos circulares y de barrido, luego mueve el cepillo al próximo grupo de dos o tres dientes y repite.
- Mantén el cepillo inclinado con las cerdas en contacto con la superficie dental interna y la encía, cepilla suavemente haciendo un movimiento circular y al mismo tiempo, haz movimientos de adentro hacia afuera. Inclina el cepillo vertical y colócalo detrás de los dientes frontales.
- Realiza varios movimientos de arriba hacia abajo usando la parte delantera del cepillo, haz énfasis en los dientes anteriores inferiores ya que es donde más se acumula el cálculo dental por su cercanía con las glándulas salivales.
- Coloca el cepillo sobre las molares y realiza movimientos circulares y vibratorios.
- No olvides cepillar lengua y mejillas, para eliminar las bacterias que producen el mal aliento. Si eres de los pacientes que utilizan aparatos de ortodoncia y prótesis fijas, la especialista recomienda utilizar cepillos interdentales.
Otro complemento necesario para la higiene bucal son los enjuagues bucales fluorados que ayudan a mantener la cavidad bucal libre de bacterias patógenas por un cierto tiempo durante el día.
Si eres de los pacientes que utilizan aparatos de ortodoncia y prótesis fijas, la especialista recomienda utilizar cepillos interdentales. Los brackets fijos dificultan el acceso del cepillo a todas las zonas de tu boca. De este modo, favorecen la aparición de caries y gingivitis.
Fuente:
Dra. Gabriela Fernández
Odontóloga en servicio social
UCSF Zacamil
7047-1963