Realizar ejercicio intenso, como correr o una rutina de ejercicios en el gimnasio por la noche altera el ritmo biológico y afecta la calidad del sueño, así lo asegura una investigación de la Universidad de Murcia, dirigida por la doctora Marta Garaulet.
“Si haces deporte por la noche, le mandas una señal contradictoria. Ve que no hay luz, pero percibe que estás muy activo y dispara las hormonas matutinas, lo que retrasa y dificulta el sueño”, agregó la especialista.
El pico de sueño más profundo se retrasa a las 6 de la mañana cuando se realiza ejercicio físico por la noche. “Les cuesta dormirse y cuando se despiertan a las siete se levantan muy cansados, lo que provoca un mayor adormecimiento por la mañana”, explica la doctora Garaulet.