Un huerto casero es una solución práctica para garantizar la salud y los nutrientes necesarios en la alimentación de nuestra familia, otra de las ventajas es que puedes cultivar en tu hogar plantas aromáticas que le darán un toque especial a cada uno de tus platillos; además cultivar es una actividad muy relajante.
Cultivar y cuidar algunos de los alimentos que consumimos a diario es muy fácil y sencillo, solo necesitas contar con un espacio en tu hogar donde llegue directamente la luz del sol, algunas macetas, semillas, abono y tierra negra.
- Elige bien la maceta: Lo primero es decidir dónde vas a colocar tus plantas. Tienes que pensar que necesitan suficiente espacio para crecer tanto por fuera, como por dentro (las raíces). Por ello se aconseja invertir en macetas de un tamaño mínimo de 20cm de ancho y de profundidad.
El material de las macetas es un factor crucial. Las que son de plástico tienden a calentarse más rápido, por lo que es preferible optar por macetas de barro, cerámica o madera. Un truco para mantener frescas las plantas es mojar también la jardinera o el plato donde se ubican, de esta forma evitamos que las raíces se sequen.
- Coloca el huerto en un lugar dónde lleguen los rayos del sol: En un rinconcito de tu jardín, de tu terraza o balcón, o bien dentro de casa al lado de una ventana. Lo principal es buscar un sitio soleado.
El sol es un elemento básico para asegurar el crecimiento de tus plantas. Lo ideal al buscar una localización es escoger un espacio orientado al sur. Pero si no se puede, hay otros trucos para conseguir más luz, como pintar las paredes de blanco para que la luz refleje o escoger hortalizas que resistan mejor la falta de luz solar, cómo es el caso de las espinacas, las albahacas y la lechuga.
- Las plantas que tienen fruto son las que más necesitan sol, pero por lo general, todas las plantas requieren entre cuatro o cinco2 horas al día de luz solar.
- Riégalas solo cuando sea necesario: Uno de los errores más comunes a la hora de cuidar plantas es matarlas por el exceso de agua. Riégalas sólo cuando lo necesiten (cuando veas que la tierra ha absorbido toda el agua). Algunas plantas solo necesitan agua una vez por semana.
- ¿Cuándo cambiar el abono?: Las plantas no sólo se alimentan del sol y del agua, también necesitan nutrientes minerales que se encuentran en el estiércol. Por eso es necesario un cambio de abono cada cierto tiempo, es otro de los procesos indispensables para conseguir unas plantas fuertes. Un cambio de abono una vez al mes es más que suficiente.
¡Huye de los abonos y de los tratamientos de plagas químicos, apuesta por lo natural y triunfarás!
- ¿Cuáles plantas puedo cultivar en casa? Algunas plantas aromáticas como el romero, el tomillo o el perejil, son muy fáciles de cuidar ya que no son tan sensibles a las plagas. Las lechugas también son una buena opción, ya que son hortalizas que ocupan poco espacio y tardan poco en florecer. Estas plantas las puedes cultivar en cualquier mes del año.
En cuanto a productos de temporada, los rábanos y los tomates son una buena opción para los huertos urbanos. Si no tienes suficiente espacio para una tomatera tradicional, apuesta por su versión mini, los tomates cherry.
