¿Por qué siempre tengo hambre? Estas son algunas razones

El apetito es la señal que envía nuestro cuerpo para nutrirle. El régimen de comidas es fundamental para llevar una dieta equilibrada. Pero también para no tener esa sensación constante de necesidad de comer, no estar pensando todo el tiempo “tengo hambre”. Por eso, te damos unos consejos sencillos para superar esta sensación.

¿Por qué tengo hambre todo el tiempo?

Seguro que has escuchado esa frase sobre que el cerebro está en el estómago cuando tenemos hambre. En realidad, cuando esto ocurre, esta afirmación no está desencaminada: el cerebro y el estómago (más bien todo el aparato digestivo) están conectados. El cerebro, cuando tú piensas “tengo hambre” hace un registro de reservas de energía y nutrientes y, en caso de no disponer de los suficientes, activa en tu sistema nervioso esa sensación que es tener hambre.

Es biología: del tengo hambre a la ingesta van una serie de procesos hormonales y, como se ha descubierto recientemente, un intercambio de información a través del sistema nervioso que hacen que comiences a pensar en ingerir algo. Entre las hormonas destaca la leptina, que es producida por el tejido adiposo en función de tu masa corporal y que llega al cerebro para avisar de ese “tengo hambre”.

Aquí entra el juego el sistema nervioso, porque la leptina llega al hipotálamo, que es el lugar donde se regula el hambre pero también la saciedad. Desde que el hipotálamo recibe la primera señal de la leptina, pasan unos 20-30 minutos aproximadamente hasta que comienza a enviar señales de saciedad. Si ingieres algo pequeño, a los 20 minutos notarás que tu hambre aguda ha desaparecido: el hipotálamo recibió el “tengo hambre”, recibió también la señal de una pequeña ingesta, y en ese tiempo ha activado el consumo de grasas viendo que no llega más comida. Por eso tu hambre se corta bastante.

Qué factores inciden cuando tengo hambre y cómo controlarlos

 

Son numerosos, pero te apuntamos los más importantes a la hora de saber por qué tengo hambre y cuál puede ser la causa:

Y, como siempre insistimos, lleva una dieta equilibrada y saludable. La mala alimentación provoca 1 de cada 5 muertes. Hacer 5 comidas diarias, ricas en verduras, frutas y proteínas vegetales (controlando los hidratos para ingerirlos en los momentos oportunos) harán que tengas más energía y menos hambre.

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