El error al calentar agua en el microondas y del cual advierte la FDA

Europa Press

Calentar una taza o vaso de agua en el microondas puede parecer uno de los gestos más inofensivos del día a día. Sin embargo, dependiendo de cómo se haga, puede resultar peligroso e incluso puede provocar quemaduras graves si no se toman ciertas precauciones, tal y como advierte la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en su guía sobre el uso seguro de hornos microondas.

Según este organismo, al calentar agua sola en un recipiente limpio y liso, esta puede alcanzar una temperatura superior a su punto de ebullición sin que llegue a hervir visiblemente. Esta situación, conocida como sobrecalentamiento, puede ser extremadamente peligrosa, ya que basta un leve movimiento -como remover con una cuchara o añadir café instantáneo- para que el líquido salga repentinamente y cause quemaduras.

CÓMO EVITAR EL SOBRECALENTAMIENTO

Para reducir este riesgo, la FDA recomienda no exceder los tiempos de calentamiento indicados por el fabricante del microondas y añadir al agua alguna sustancia como café soluble o azúcar antes de introducirla en el aparato.

Estos elementos ayudan a evitar la formación de puntos de sobrecalentamiento al romper la tensión superficial del agua.

ASÍ FUNCIONA UN HORNO MICROONDAS

Pero ¿por qué ocurre este fenómeno? La explicación está en el propio funcionamiento del microondas. Estos aparatos cocinan los alimentos mediante microondas, un tipo de radiación electromagnética que hace vibrar las moléculas de agua presentes en los alimentos. Esa vibración genera fricción, y con ella, calor.

Por esta razón, los alimentos con alto contenido en agua, como las verduras frescas, se cocinan más rápido que otros. Sin embargo, la energía de las microondas no penetra hasta el centro del alimento: calienta primero las capas exteriores, que luego transmiten el calor hacia el interior por conducción.

En el caso del agua, la mejor forma de calentarla de forma segura en el microondas es hacerlo por intervalos cortos, preferiblemente de 30 segundos, y comprobar el estado del agua tras cada pausa. Así se evita un calentamiento excesivo y se puede ajustar el tiempo y la potencia en función de las características de cada aparato.

CONSEJOS DE SEGURIDAD QUE NO DEBES PASAR POR ALTO

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