¿Sabías que 1 de cada 20 personas en el mundo padece una fobia? Existen muchos tipos, algunas inimaginables, pero si algo tienen en común, es que las mujeres las padecen más que los hombres.
Una fobia es un trastorno psicológico que se caracteriza por un miedo desproporcionado ante objetos o situaciones concretas. Va más allá de un simple miedo, la persona que la sufre tiene una necesidad implacable de resistirse a todo aquello que pueda desencadenar la ansiedad.
Aunque parezca increíble, cerca de un 5% de la población sufre alguna fobia. Entre las 5 fobias más comunes encontramos las siguientes:
- Aracnofobia. Consiste en el miedo a las arañas. Un alto porcentaje de la población padece este miedo en mayor o menor medida. Se calcula que, aproximadamente, el 10% de los hombres y el 50% de las mujeres padecen este tipo de miedo.
- Acrofobia. Esta fobia consiste en tener miedo a las alturas. No se trata de padecer vértigo, sino de sufrir pánico. Asomarse al balcón, subir a una noria o encontrarse en algún lugar alto son situaciones que generan una gran ansiedad a quien padece este trastorno.
- Necrofobia. Se trata de un miedo natural al ser humano, el miedo a la muerte. La muerte es algo desconocido para las personas, y como tal, asusta. Sin embargo, hay personas que sufren verdadero miedo ante este hecho o incluso miedo a los seres muertos. Por lo general, esta fobia viene acompañada de la asociación de la muerte con aspectos negativos, como son el dolor, el sufrimiento, etc.
- Claustrofobia. Se trata de un trastorno en el que el paciente tiene miedo a quedar atrapado en lugares cerrados. Entre un 2 y un 5% de la población padecen esta fobia.
- Brontofobia. Los rayos y truenos causan pánico en las personas que padecen este trastorno. Las fobias a elementos climáticos son muy comunes entre la población.
Es importante saber que las fobias no suelen desaparecer por sí solas, por lo que se debe buscar un tratamiento que nos ayude a controlar la ansiedad y el pánico en este tipo de situaciones, y nos orienten para poder superarlas.
FUENTE: Psiconet.es