Hábitos como una rutina de ejercicios, algo tan sencillo como caminar media hora, y una alimentación equilibrada son suficientes para que un cuerpo curvy se mantenga saludable. Cinco o seis kilos de más o las modificaciones que las diferentes etapas de la vida en la mujer generen no deben ser la causa de que dejemos de considerarnos hermosas. Lo más importante es que amemos nuestro cuerpo tal como es, lo cuidemos y procuremos su bienestar.