¿Deberíamos lavar el arroz y qué pasa si no lo hacemos? Una ingeniera en alimentos nos responde

¿Hay que lavar el arroz antes de cocinarlo? Es una pregunta que ha generado todo tipo de respuestas en foros, cocinas y redes sociales. Con el ánimo de resolver la duda, la ingeniera de alimentos Mariana Zapién, divulgadora en redes, ha compartido en su cuenta de Instagram una explicación clara, científica y accesible, desmontando mitos y aportando datos clave que han generado miles de interacciones.

Zapién asegura que sí, lavar el arroz puede tener beneficios, y no solo por higiene. En su vídeo, explica que este gesto ayuda a eliminar polvo, algo de almidón y metales pesados como el arsénico, un elemento que el arroz puede acumular durante su cultivo en campos inundados.

EL ARSÉNICO EN EL ARROZ: CUÁNTO HAY Y CÓMO REDUCIRLO

"Debido a las condiciones de cultivo, el grano puede absorber y acumular parte de este metal", explica Zapién. Aunque el arsénico está presente de forma natural en el suelo y el agua, también puede llegar por actividad humana, como la minería o el uso de pesticidas.

Pero, ¿es peligroso? La ingeniera responde con datos tranquilizadores: la concentración promedio de arsénico en el arroz es de unas 93 partes por billón, lo que significa que una persona tendría que consumir más de medio kilo de arroz al día durante más de cuatro años para sufrir efectos adversos para la salud.

Además, destaca que lavarlo entre tres y cinco veces puede reducir la cantidad de arsénico hasta en un 30%, y que combinar el lavado con una cocción en abundante agua podría llevar esa reducción hasta el 40%-45%.

Estas afirmaciones coinciden con los resultados del estudio científico "Arsenic Bioaccessibility in Rice" (Foods, 2024), y elaborado por un equipo de investigadores liderado por Di Zhao, del College of Resources and Environmental Sciences de la Nanjing Agricultural University (China). El estudio analiza cómo diferentes métodos de preparación doméstica afectan a la absorción del arsénico en el organismo humano.

 

¿ENTONCES, HAY QUE LAVAR EL ARROZ O NO?

Zapién lo resume con sencillez: "Si quieres un arroz más suelto y limpio, sí, lávalo. Pero si prefieres que quede más pegajoso, no es necesario". Aclara que no hay una única respuesta válida, y que la decisión depende del resultado culinario que se desee: "No te va a pasar absolutamente nada. Es cuestión de preferencia".

Más allá de los riesgos percibidos, Mariana apuesta por informar sin alarmar. En su mensaje deja claro que el arroz no es un alimento peligroso, y que un consumo razonable, dentro de una dieta equilibrada, no supone ningún problema para la salud.

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