El duelo es un proceso natural que enfrentamos tras una pérdida significativa, puede ser la muerte de un ser querido o la despedida de algo valioso en nuestra vida. Este proceso implica una serie de emociones intensas y diversas que requieren tiempo y apoyo para ser superadas. Según la psicóloga Martha Durán, el duelo pasa por cinco etapas: negación, ira, negociación, tristeza y aceptación. Cada persona experimenta estas fases de manera única, y la aceptación es el paso final que no se presenta de inmediato.
Buscar apoyo es fundamental para sobrellevar el duelo. Compartir el dolor con personas confiables ayuda a aliviar la carga emocional. Durán comenta que “tener contacto nos ayuda a depositar nuestras emociones en personas que sean un soporte y saber que no es un proceso que debamos vivir solos”. Además, recomienda hacer un ritual de despedida, especialmente en caso de fallecimiento, para facilitar la asimilación de la pérdida y las emociones asociadas. Por ejemplo, una ceremonia en casa con una oración y una fotografía del ser querido es un acto significativo para cerrar ciclos.
La psicóloga, especializada en terapia para el duelo, y autora de “Duelo y resiliencia: Una guía para la reconstrucción emocional”, Ana María Egido, destaca la importancia de acompañar este proceso con técnicas terapéuticas como hipnosis y EMDR, que pueden aliviar sentimientos de ansiedad, culpa o tristeza derivados de la pérdida. Esta ayuda profesional es clave cuando el duelo se vuelve complicado y afecta la salud mental.
Profesionales resaltan que el duelo no es lineal y que es normal sentir emociones contradictorias, incluso regresiones en las etapas. "El duelo por una pérdida inesperada puede ser especialmente doloroso porque genera confusión y desorientación emocional, explica Carmen Segovia, enfermera y acompañante en duelo, en una conferencia reciente.
